martes, 19 de agosto de 2014

"Four Rooms" o de cómo hablar de lo mismo pero diferente

Dicen que segundas partes nunca fueron buenas. Al menos esa es la teoría. No voy a proponer que este nuevo período de el cine club vaya a ser mejor, o peor... simplemente será diferente. Por esta razón para reiniciar nuestros ciclos, miniciclos o microciclos, como mejor les venga el nombre, se decidió traer al Cine Club "cine al Cuarto" en el Bar 4oB la película hecha a dieciséis manos, (Allison Anders, Alexander Rockwell, Robert Rodriguez y Quentin Tarantino), "Four Rooms" es decir cuatro cuartos.
Un movimiento cadencioso de caderas, un camisa mal arreglada que le llega de manera "coquetona" debajo de la cintura y un desparpajo al momento de hablar que descoloca al mejor colocado. No crean que es Mario Moreno en una de sus inolvidables películas es Tim Roth que funciona de lanzadera hábil del telar que es "Four Rooms" porque los hilos se comienzan a entrelazar desde la primera toma, ese cabezote que nos recuerda al cabezote de la "Panther Pink" de Peter Sellers, hasta el mismo final que incluso para cualquier bien avisado fan de "Alfred Hitchcock presenta"" no puede preverlo.
Four Rooms no funcionaría sin la mecánica actoral de Tim Roth, que hace de Ted el Botones. Se muestra nuestro querido Mr Orange, como un actor privilegiado que puede pasar de un aquelarre de brujas a ponerse en peligro ante un gangster latinoamericano en un santiamén, de una manera creíble, risible pero humana. Si observamos este papel fue trabajado para ser consistente sin importar quién es el director, no hay un cambio apreciable dentro del mismo, sin que esto signifique que desentone con las diferentes visiones de cada una de las partes de la película convirtiéndose en el aglutinante de las diferentes historias.
A diferencia de "Nueva York Stories", el universo narrativo no es una ciudad en la que historias diferentes suceden sin que ninguno de los personajes se conozcan o, por lo menos lleguen a tropezarse en algún momento. Todo sucede al mismo tiempo en un mismo escenario, llegando incluso a que un mismo personaje, aparte del adorable "Ted el Botones", pueda intervenir haciendo referencia forzada con su misma historia. Este es el verdadero "Tour de Force" del filme. Porque de tener una constelación de artistas tan variada permite que cada uno de los directores pueda plasmar su visión sin intervención alguna, sin embargo cuando sus personajes pueden, y en algún caso, deben tropezarse o conocerse entre sí, le da un grado de dificultad que no poseía la ya mencionada "Nueva York Stories". Es cierto que todos ellos han sido aclamados por ir en contra de los estereotipos de Hollywood, aún en el caso de Tarantino y Rodriguez, usarlos a su favor para darles una significación nueva, pero esto no quiere decir que sus visiones sean las mismas. Pero es que películas tan disimiles como "Reservoir Dogs" y "Things Behind the Sun" forzosamente deben provenir de visiones diferentes de hacer cine y de ver la vida. Aclaro no visiones contrapuestas sino interpuestas no contradictorias entre sí sino complementarias.
Por estas, además de los múltiples guiños a otras historias, a otras películas, propias y de otros, es delicioso ver "Four Room" por esto los esperamos este jueves. Por cierto, al que me diga qué actor no aparece en el reparto y por qué no aparece allí, le regalo una cerveza.