miércoles, 15 de mayo de 2013

Tarantino y el ascenso de las "B movies"

La primera película que me ví de Quentin Tarantino fue "Pulp Fiction", no porque no me hubiera visto "Reservoir Dogs" sino porque, en aquel momento, Quentin para mi no era más que un director nuevo que contó con la suerte de tener un grupo de actores ubicados entre la experiencia y la novedad, pero parecía no ser mucho más de ahí.

Por el contrario, cuando se exhibió "Pulp Fiction" el referente de "Reservoir Dogs" hace que se mire bajo otra óptica, no sólo era dirigida por el tipo que se había atrevido de vestir con colores a un grupo de delincuentes e, incluso, colocarle el rubio (blondie) al más dañino y peligroso sicópata de esa historia y del cine, además, venía con la crítica underground que esa película contaba con un estilo nuevo de hacer cine, muy cercana a la "Rayuela de Córtazar" e incluso a "Trön Uqbar Tror" de Borges.

Qué hombre podía atreverse a ello en el cine? para mi sorpresa era un hombre hecho desde su posición de espectador y no de "estudiante de cine", su visión de la cámara estaba terriblemente emparentada con las viñetas de los cómics, y, lo mejor, no era bonito. Era la última esperanza de los inadaptados, de los desamparados del cine y la televisión, de los videojuegos y de Jhon Byrne, de aquellos que tenían por dioses a dos Lee, uno Bruce y el otro Stan. Por fin se veía claro que podíamos ganar, por lo menos una y que todo el tiempo viendo series de clase B no era tiempo perdido.
Y se volvió "El director" otros como Robert Rodriguez y, el más reciente, RZA, lo han seguido como el maestro de la imagen y de las historias. Sus personajes eran tan cercanos a cada uno de nosotros porque sus formas habían salido una y otra vez en todas las películas y series de nuestra vida, pero renacidos bajó un mirada diferente, profunda, hilarante, despiadada. Cuando parecía que todo estaba dicho se presenta con un libro de cómic bajo el brazo y lo vuelve cine, porque eso es lo que es "Kill Bill", un gran libro de cómic realmente extrapolado al cine, lo mejor es que no es algo nuevo pero la visión de Tarantino siempre es diferente, es auténtica, es la visión de un espectador, no lo que se espera que vea un espectador sino lo que realmente quiere un espectador. Si directores de la talla de Hitchcock o Wells, nos enseñan que la cámara y la narración en el cine pueden ser tan incisivas como las palabras de Poe o de Joyce. Quentin nos muestra que lo "B" bien narrado y expuesto puede volar por sitiales más altos que cualquier clase "A", es decir que no se necesita ser uno de los "grandes" sino saber qué se quiere y cómo se quiere.

No nos engañemos, "Reservoir Dogs" es una película de policías y ladrones, "Inglorious Bastard" una película de guerra como "Los cañones de Navarone", "Django Unchained" es un Spaguetti Western, "Jackie Brown" es una muestra de blaxploitaiton, en fin, nuestro director favorito parece no tener una idea original, pero, al mismo tiempo, esos personajes tan manidos, tan conocidos, tan añorados, se muestran diferentes. El nazi odiado hace reir, sin que por eso le tengamos aprecio, el asesino se viste de rubio, sin que por ello sea más delicado, el mafioso ha ido a Europa, sin que por ello sea más culto. Al contrario, estas aparrentes contradicciones los hacen por contraste más profundos, con mayores perspectivas, más tarantinos.

Este ciclo muy especial lo iniciamos el 16 de mayo con "Reservoir Dogs", para el 23 de mayo tenemos a "Pulp Fiction" y terminamos los días 30 de mayo y 6 de junio con "Kill Bill" 1 y 2. Los esperamos nuevamente en 4o B, calle 74 No 44 - 37 las 8:00 p.m.




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